Rezar a la Virgen María con las palabras de Isabel

Los misterios alegres
Anunciación		La visitación
	Madre del Verbo, dime tu misterio, Desde el instante de la Encarnación, dime cómo pasaste por la tierra sumergida en constante adoración. Poesía 88		Pienso que la actitud de la Virgen durante los meses que transcurrieron entre la Anunciacíon y la Navidad es el modelo de las almas interiores, de las personas que Dios ha elegido para vivir dentro de sí mismas, en lo más hondo del abismo sin fondo. El Cielo en la fe 40
La natividad		La presentación de Jesús al Templo
	Bajo los rasgos de indefenso niño, se puede contemplar al Invisible. Oh misterio al humano incomprensible Jésús, el Fuerte, el Todo poderoso, el Dios oculto, el Inaccesible se nos ha hecho un bebé menesteroso. Poesia 96		En todas las fiestas de María renuevo mi consagración a esta Madre buena. Por eso, hoy me entregué a ella y me eché de nuevo en sus brazos. Que siempre me muestre digna de mi Esposo amado. Diario 2
Jesús enseña en el Templo
	Al lado de tu Hijo, Madre muy amada, yo quiero llevar una vida oculta. Poesía 2

Los misterios luminosos
El bautismo		Las bodas de Cana
	He comprendido la lección suprema De Jesús, mi Maestro y mi Señor : « Que por amor se anonadó a Sí mismo tomando condición de servidor. » Poesía 96		Se dice en el Evangelio que «había una boda en Caná y la Madre de Jesús estaba allí ». Y fue también en esa ocasión cuando Jesús hizo su primer milagro a ruegos de la Virgen. Ese hecho se nos ha contado para mostrarnos cómo Dios se interesa por todas nuestras necesidades. ¡ Tengamos, pues, confianza en su amor ! Carta 246
La llama del Reino		La transfiguración
	Que el reinado del amor se instaure con plenitud en su reino interior y que el peso de ese amor la arrastre hasta el olvido total de sí misma hasta esa muerte mística de la que habla el Apóstol cuando exclamaba : « Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí ». Carta 264		Oh Padre, inclínate sobre esta pobre criaturita tuya, cúbrela con tu sombra, y no veas en ella más que a tu Hijo el amado, en quien has puesto todas tus complacencias. Nota íntima 15
La institución de la Eucaristía
	Creo que nada expresa mejor el amor que hay en el Corazón de Dio que la Eucaristía : es la unión, la consumación, es Él en nosotros y nosotros en Él, ¿ y eso no es ya el cielo en la tierra ? Carta 165

Los misterios dolorosos
La agonía		La flagelación
	Si, a pesar de todo, la abruman el vacío y la tristeza, una esa agonía a la del Maestro en el huerto de los Olivos cuando decía a su Padre : « Si es posible, que pase de mí este cáliz ». Carta 249		Jesús mío, quiero sufrir lo que sea, soportar le que sea. Ampárame, que mi corazón está ahí junto al tuyo. Diario 37
Coronación de espinas		Jesús lleva su cruz
	Cuando llegue la hora de la humillación y del anonadamiento, recordará esta breve frase : « Pero Jesús callaba ». Y también el alma callará, guardando y « conservando todas sus fuerzas para el Señor », esas fuerzas que se sacan del silencio. Últimos ejercicios 39		Despojarse de uno mismo, morir a sí mismo, olvidarse de sí : creo que a esto se refería el Maestro cuando decía : « El que quiera venirse conmigo, que cargue con su cruz y se niegue a sí mismo » Últimos ejercicios 24
La crucifixión
	Mantengámonos al pie de la Cruz, donde nos está llamando nuestro Amado. Y cuando ya no podamos ni rezar, ¡ mirémosle ! Carta 55

Los misterios gloriosos
La resurrección		Ascensión
	Domingo nosotras resucitaremos con Él. ¡ La fiesta de Pascua ! Me parece que tendríamos que ir a celebrarla allá arriba, en nuestro Carmelo del cielo. Pero cuando él quiera. ¡ Qué importa la vida o la muerte ! ¡ Amemos… ! Carta 42		Pensar que el cielo es la Casa del Padre, que allí se nos espera como a hijos queridísimos que regresan al hogar tras un tiempo de destierro, y que para llevarnos allí Él mismo se ha hecho compañero nuestro de viaje. Carta 295
Pentecosta		Asunción
	Con tus cándidas llama purgadoras Dígnate mi alma, Espíritu, abrasar ; ¡ Consúmela con tu divino amor, Tú, a quien ni un día dejo de invocar !... Poesía 54		Parto con la Santísima Virgen en la noche de su Asunción, a fin de prepararme par la vida eterna… La Felecidad eterna me atrae cada vez más. Mi Maestro y yo no hablamos ya más que de esto y todo su trabajo se centra en prepararme para la vida eterna. Carta 306
Coronación de María
	Lloro de alegría al pensar que esta Criatura tan serena y tan luminosa es mi Madre, y me alegro de su hermosura como un niño que ama a su madre. Siento una atracción muy fuerte hacia ella y la he nombrado Reina y Guardiana de mi cielo. Carta 298